Durante muchos años sufrí obesidad debido a mis malos hábitos y mi gran ansiedad por la comida. Llevé a cabo dietas inapropiadas, dietas pautadas de cajón que me aburrían… pero nunca tuve un diagnóstico nutricional adecuado… ¡comedora compulsiva y atracones nocturnos! Por eso, todas las dietas que hacía fracasaban tras pocos días, no gestionaba bien mi alimentación a lo largo del día.
Llevé a cabo una cirugía bariátrica para perder peso, no me mencionaron la necesidad de un seguimiento nutricional. Durante un año y medio seguí comiendo lo mismo pero en menor cantidad. Adelgacé mucho, pero mi musculatura, mi pelo, mis uñas… se fueron perdiendo a grandes pasos y mi porcentaje de grasa corporal seguía siendo muy alto aunque mi peso fuese el correcto. Comencé a tener otros problemas más graves derivados de la mala alimentación (alteraciones hormonales, bajadas de azúcar muy graves, anemia y un largo etc) y ni médicos, cirujanos ni endocrinos supieron cómo solucionarlo. Incluso decían que no estaba relacionado con la cirugía ni con la alimentación, prescribiéndome medicación innecesaria y pruebas caras de hacer.
Investigando un poco vi la necesidad de acudir a un dietista-nutricionista pero debido a las alteraciones que tenía en aquel momento no fueron capaces de regularme la alimentación, su método no se adaptaba a mi cuerpo. Entonces, al verme cerca de un abismo, comencé a estudiar nutrición por dos motivos:
Durante varios años me empapé de conceptos, técnicas, métodos, recomendaciones, novedades que pudiesen ser útiles, realicé cursos de especialización en diferentes enfermedades… Y salí adelante, conseguí solucionar por mí misma mi problema y todas las alteraciones que me ocasionó la cirugía.
A día de hoy esto se ha convertido en una pasión. Quiero ayudar y mejorar otras vidas.